Ella viene de una casa donde se vendió ilusión para un mejor estar en sociedad, de un vivir sintiendo la acomodación de la belleza en la presencia de cada cual.
No tiene en el haber de sus ancestros la usura como fuente de poder
viene de una casa de piratas, de un sueño de poeta, de unas vidas entregadas al destino, de sonrisas grandes y amplias, juguetonas sin un dios que la persiga y le diga como actuar.
Hace parte de lo negro al danzar,
de los indios al pensar, de lo blanco al soñar
de la lengua de Castilla alta y digna para hablar.
No tiene verdades desmedidas, que le aclaren el dolor informe de la vida. Poco poco ha entendido que corriente es la mascarada, que ridícula es la causa que nos mueve a juzgar.
A elegido la locura
acompañar a la viejura
pelearse en su armadura
enredarse en su postura
y caer del pedestal.
Empezar a andar a pié, refrescarse con la risa de los otros, en beberse sus bebidas, comerse sus comidas en las tardes aburridas. Jugar un juego extraño de palabras e intenciones descubiertas en las noches mas oscuras de su estar.
Ha gritado su cansancio
ha soñado en libertad
ha montado en moto abierta
por los bosques de sosiego y ebriedad.
Se ha inflado de sentido
con razones y argumentos que a la vuelta de una esquina se le han perdido sin pesar,
como vez la herida abierta que es la vida con salida, para una carcajada al final.
